Habilidades sociales

Estas habilidades comienzan a desarrollarse desde la más temprana infancia, gracias a las relaciones que los niños establecen con las personas que les cuidan, y continuarán a lo largo del desarrollo en función de las experiencias que tengan con sus iguales.

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La importancia de las habilidades sociales recae en la adaptación del niño a los diferentes entornos en los que se desenvuelve: escuela, familia, grupo de iguales… facilitando dicha adaptación o dificultándola, incidiendo en su autoestima y confianza en sí mismo. Por ello, si los primeros años de vida son los cimientos sobre los que se construye la personalidad del niño y no posee las capacidades necesarias para una adecuada adaptación a sus entornos sociales, provocando un inadecuado autoconcepto y baja autoestima, nos encontramos con una gran dificultad que continuará más allá de la infancia, especialmente llamativa en la adolescencia.

Un déficit en habilidades sociales suele convertirse en algo doloroso para niños y adolescentes, que ven como sus relaciones con los otros se vuelven algo muy complicado y en ocasiones provocando un rechazo hacia las mismas o conductas agresivas e inadecuadas.

Son muchas las capacidades que forman las habilidades sociales, entre ellas encontramos:

● Resolución de conflictos
● Autocontrol emocional
● Asertividad
● Comunicación
● Cooperación
● Empatía …

Todas estas capacidades son importantes a lo largo de nuestra vida, sin embargo, dos de ellas adquieren matices especialmente importantes a medida que el niño crece y atraviesa la pubertad y adolescencia: empatía y asertividad. La empatía puede ser entendida como la capacidad para situarse en el punto de vista de otra persona y actuar según los sentimientos del otro. Requiere una adecuada comprensión emocional desde la infancia, y es la clave del éxito en el desempeño social. La asertividad, es la capacidad para defender los propios derechos e intereses sin dañar a los demás. Empatía y asertividad van unidas y encontrar el equilibrio entre ambas habilidades es fundamental para resolver con éxito los conflictos sociales que a lo largo de la vida se nos plantearán.

En nuestro centro trabajamos no sólo de forma individual, sino que formamos pequeños grupos de diferentes edades para trabajar en el adecuado desarrollo de estas habilidades.