Depresión infantil

La existencia de la depresión en la infancia ha sido cuestionada durante muchos años. Aún hoy en día existe la concepción popular de que la infancia es una etapa en la que no caben sentimientos de tristeza, abatimiento, preocupaciones o sentimientos de culpabilidad.

Algunos síntomas que debemos tener en cuenta son, entre otros,  cambios en su comportamiento y descenso repentino en su rendimiento escolar.

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Como se encargaron de demostrar diversos estudios, por desgracia, la existencia de tales sentimientos es una realidad ya a edades tempranas. Se habla en múltiples ocasiones de una depresión enmascarada. La observación de un estado de ánimo irritable o disfórico en numerosos problemas propios de la infancia y adolescencia, como dificultades en el aprendizaje escolar, hiperactividad… son algunos de los síntomas que observamos en estas edades.

Los síntomas pueden expresarse en diferentes ámbitos:

❖ Estado de ánimo disfórico (melancolía)

➢ Expresiones o muestras de tristeza, soledad, desdicha, indefensión.
➢ Cambios en el estado de ánimo, malhumor
➢ Irritabilidad, se enfada fácilmente
➢ Hipersensibilidad, llora fácilmente
➢ Negativismo, resulta difícil de complacer

❖ Ideación autodestructiva

➢ Sentimientos de inutilidad, incapacidad, fealdad
➢ Ideas de persecución
➢ Deseos de muerte
➢ Deseo de huir, de escaparse de casa
➢ Tentativas de suicidio

❖ Conducta agresiva (agitación)

➢ Dificultades en las relaciones interpersonales
➢ Facilidad para riñas o discusiones.
➢ Poco respeto a las figuras de autoridad.

❖ Alteraciones de sueño

➢ Insomnio inicial.
➢ Sueño inquieto.
➢ Insomnio tardío.
➢ Dificultad para despertar por la mañana.

❖ Cambios en el rendimiento escolar

➢ Quejas frecuentes de los maestros, pobre concentración, dificultades en la atención.
➢ Disminución del esfuerzo habitual en tareas escolares.
➢ Pérdida del interés en actividades extraescolares.

❖ Socialización disminuida

➢ Menor participación en grupo.
➢ Menos simpático o agradable con los demás.
➢ Retraimiento Social.
➢ Pérdida de los intereses sociales habituales.

❖ Cambio de actitud hacia la escuela

➢ Pérdida de placer en actividades escolares
➢ Negativa o rechazo a ir a la escuela.

❖ Quejas somáticas

➢ Cefalalgias no migrañosas.
➢ Dolores abdominales.
➢ Otras preocupaciones o quejas somáticas.

❖ Pérdida de la energía habitual

➢ Pérdida de interés por actividades y entrenamientos extraescolares.
➢ Disminución de la energía, fatiga física o mental.

❖ Cambios en el apetito y/o en el peso habitual