Duelo Pérdida de Un ser Querido

Entendemos por duelo el estado de sufrimiento y de dolor que vivimos cuando perdemos un ser querido.

¿Necesitas nuestra ayuda?

Contacta con nosotros

Esta pérdida tiene un significado distinto para cada persona y nos afecta también de un modo diferente en función de muchos factores: nuestra propia biografía, nuestra estructura física, la relación que teníamos con la persona que hemos perdido, etc.

Aunque casi siempre identificamos duelo con la pérdida de alguien a quien queremos, podemos hablar también de duelo cuando perdemos un trabajo, uno de los padres deja el hogar o cuando se produce una ruptura de pareja (Duelo Vincular).

No existe un tiempo exacto de duración para el proceso, ya que depende de muchos factores, por ejemplo, de las características individuales de cada persona, de cómo se ha producido la pérdida, etc. pero generalmente oscila entre los 3 meses y los 3 años.

Durante el tiempo de elaboración del proceso de duelo se producen diferentes fases muy diferenciadas:

➢ Impasibilidad. En un primer momento nos sentimos golpeados, entumecidos y como incapaces para comprender lo que ha sucedido y responder a ello de forma adecuada. En estos primeros momentos nos sentimos ensimismados en nuestros pensamientos, sin ganas de hacer nada. Tan sólo somos capaces de hacer ciertas cosas de forma casi automática. A veces incluso aunque llevemos a cabo actividades necesarias y cotidianas no recordamos haberlas hecho. Los síntomas de angustia y ansiedad son importantes.

➢ Estado de ánimo depresivo. Generalmente aparece a las pocas semanas de la pérdida y puede prolongarse incluso a lo largo de todo un año. En esta fase nos sentimos irritables e inquietos en ocasiones y en otras apáticos e indiferentes. Nada parece valer la pena y el día a día se percibe como un esfuerzo sin placer. Con frecuencia sentimos ira y culpa. Otros síntomas que en estos momentos pueden aparecer suelen ser la falta de apetito, pérdida de peso y trastorno del sueño, aunque poco a poco van desapareciendo gradualmente.

➢ Recuperación. Según vamos aceptando lo evidente, asimilándolo y asumiendo completamente la pérdida del ser querido como algo irremediable, comenzamos a reorganizar nuestra vida y podemos hablar de la persona que hemos perdido sin que ello conlleve una reacción emocional excesiva.Comenzamos a ser conscientes de que refugiarse en el pasado carece de sentido y de que la vida debe proseguir aunque sea necesario dotarla de un nuevo sentido.

En realidad, casi todas las personas cuando sufrimos un duelo somos capaces de recuperarnos a lo largo del primer año. Sin embargo, en algunas ocasiones las emociones son desbordantes y puede resultar complicado procesarlas adecuadamente por lo que el duelo se alarga o se complica, llegando a convertirse en un duelo patológico.